Todxs hemos escuchado la frase «Somos las nietas de las brujas que no pudiste quemas«, ¿pero y qué pasa con aquellas que sí fueron quemadas?
Eran mujeres inteligentes y libres que desafiaban lo establecido y se atrevieron a adquirir conocimiento reservado sólo para los hombres. Fueron quemadas por leer, escribir y enseñar. No podían ser «domadas» para encajar en la sociedad patriarcal.
Por sobre todo, eran hermanas. Todas iguales y todas preocupándose la una por la otra. Esto es algo con lo cual luché por un tiempo. Al tener una personalidad un tanto «varonil», crecí rodeada de amigos hombres que solían decirme «Vos sos uno de los chicos«. Para mí, en ese entonces, eso era lo más alto que podía estar en la pirámide social, y me enorgullecía. Miraba a las demás mujeres «desde arriba» y tenía muy pocas amigas mujeres porque las consideraba «complicadas». Poco imaginaba que esas mujeres no eran mi competencia o mi enemigo, sino mis hermanas.
Ahora ya aprendí. No soy distinta a ellas. Nuestras luchas son las mismas, y cada nueva mujer que conozco lo confirma. Cada nuevo intercambio me hace dar cuenta de lo necesario que es escucharnos, entendernos y ser empáticas la una con la otra. Juntas somos más fuertes.
Y entonces este es mi homenaje a ellas, a todas esas brujas valientes. No deben ser olvidadas. Y, con esta serie, me permití fantasear con la idea del renacimiento e imaginar que nunca se fueron.
Fueron quemadas hasta las cenizas, sí. Pero ahora están en todos lados. Las podés sentir en el aire. Y están acá para quedarse. NOSOTRAS estamos acá para quedarnos.
Abril 2019 ~ Canon AE1 Program + Kodak Portra 400