En la vida real puedo llegar a ser bastante precavida y meticulosa, en fin, complicada 🙂 Pero con la fotografía me decidí a siempre decir «Si» a todo: ideas, proyectos, propuestas. Y fue así que el Domingo pasado terminé exponiendo una foto por primera vez.
Todo surgió en el grupo «Fotografos Analógicos» de Facebook (si todavía no lo conocen, súmense que todos suben muy buenas fotos) donde se empezó a gestar la idea de una exposición donde 15 personas lleváramos una foto (temática libre) y los concurrentes nos pudieran poner un «Me gusta» literal en cada foto.
Tuvimos idas y venidas: Fotógrafos que se bajaban, otros se sumaban, no todos coincidíamos en las fechas ni tamaños de las fotos. Pero, al fin y al cabo, el Domingo 1 de Octubre a las 6 PM los planetas se alinearon en Villa Crespo y todos pudimos conocernos y participar de la experiencia.
No voy a entrar en detalles sobre el evento porque de lo que en realidad quiero hablar es de exponernos. No sólo como persona que saca una foto (odio usar el término «fotógrafo» en mi misma) sino como individuo sometiéndose a experiencias nuevas y que jamás hubiera esperado. Y esa es la magia de decirle «sí» a todo.
Me quedó muy presente el discurso que dio Mark Zuckerberg allá por Mayo en Harvard, especialmente una parte donde habla sobre el inicio de un proyecto, de su proyecto. Él no tenía idea de lo que estaba creando, pero porque las ideas nunca llegan 100% formadas. La única manera en la que se van volviendo claras es trabajando sobre ellas. Pero el primer paso de todos es empezar.
Otro secreto que personalmente creo importante es no iniciar algo esperando algo a cambio, una retribución inmediata o reconocimiento. Cuando hacemos las cosas con pasión y por motivación propia, el resto vendrá solo. Y sino viene, nos queda esta hermosa sensación de que fuimos fieles a nosotros mismos.
Siempre va a haber obstáculos, pero eso no puede evitar que arranques la carrera. El mayor de los éxitos viene de darnos la libertad de fallar.
Si tuviéramos que saber TODO sobre todo lo que quisiéramos emprender, nunca haríamos nada. Hay que derribar el mito de que existe ese momento «Eureka» donde el Santo Grial de las ideas se nos presenta claro como el día frente a nuestros ojos. Porque justamente eso nunca va a pasar y lo único que conseguimos en sentirnos derrotados y jamas regar la semilla inicial de algo que podría terminar siendo una gran idea. Sólo queda moverse hacia adelante, día a día.
¡La mejor de las suerte en todo lo que se propongan! Ya sabrán de mi y mis próximas ideas locas 🙂